viernes, 31 de enero de 2014

Empezamos el reto de escritura del mes de Febrero... ¿Estás preparado?

Pero qué me dices... 
Que no, que no se me ha ido la pinza por ser viernes (algo bastante irrelevante en mi estado laboral ahora mismo), ya sé que aún y a falta de unas cuantas horas estamos en Enero. Sólo quiero recordaros que esta noche a las doce, pasaremos al mes de Febrero, y además de ser el Mes del Amor (ejem, yo no digo nada, pero recordad que es el mes mar corto del año), es el Mes del SuperReto de Escritura de Sarah.

¡Juhu!

Ya os lo conté en este post, pero os lo recuerdo con brevedad por si sois nuevos por aquí. El reto es bastante sencillo y consiste en escribir un relato cada semana de este mes de Febrero. Digo relato porque es lo que yo tengo pensado hacer, pero si queréis empezar una novela o continuarla, estáis en todo vuestro derecho. No hay tema, ni longitud, ni ningún tipo de imposición. Podéis escribir lo que os de la gana que nadie se va a meter con vosotros, tenemos de viernes a viernes para escribir lo que sea que nos está quemando en la cabecita. 

Cada viernes publicaré un post para contaros cómo ha ido mi semana y llorar mucho poner en claro qué he escrito. No creo que vaya a publicar lo que escribo por aquí, a no ser que sean cosas muy, muy cortas, pero sí que me apetece que pongamos en común cómo nos hemos portado durante la semana.

Como os decía, a partir de esta noche a las doce podéis comenzar a escribir vuestro relato, capítulo, fanfic, lo-que-sea, y podéis completarlo hasta el próximo viernes 7. Toda una semana para que penséis sobre escribir y acabéis haciéndolo a toda prisa, que es básicamente lo que todos vamos a hacer...

Sin acritud, oye. Somos como somos.

¿Estáis preparados? ¿Sabéis ya sobre qué vais a escribir esta primera semana? Yo tengo algunas ideas en mente, aunque una de ellas consiste en continuar un relato largo que empecé hace mil, así que ya veré... 

Id afilando los lápices, destapando los bolígrafos y sacando brillo a vuestro teclado, que esta noche empieza la juerga loca ;) 

miércoles, 29 de enero de 2014

'Gamer', otra película salvada por un baile chorra

Sí, el póster resume TODA la película

En mi estado de apatía y abulia me estoy tragando cada truño en la tele que no es ni medio normal. Sólo la pongo por las noches, no os vayáis a creer, y los fines de semana, que es cuando mi mente, que es una cabrona, empieza a pensar más de la cuenta en cosas que no debe. 

No sólo truños, ojo. Me he visto casi todo lo de los hermanos Coen, un montón de pelis de Hitchcok y algunas de Tim Burton. Pero, como ocurre siempre, en la conciencia se te quedan esas películas que sabes que no habrías visto ni muerta en otras circunstancias.

Siempre me ha gustado la ciencia ficción y el terror, y ahora mucho más. Si veo películas es para tenr a mi mente distraída de pensamientos indebidos por lo que quedan vetadas todas, o casi todas las películas románticas y/o moñas. Y de eso en las pelis de scifi y terror suele haber poco, por lo general.

Otro día hablaremos de las "comedias" románticas. Ahí nos vamos a reír de verdad.

Gerard Butler, dando lo mejor de sí mismo 

El caso es que el otro día decidí ver Gamer. 'Gamer' es una película de ciencia ficción (más o menos) protagonizada por un guapísimo Gerard Butler (una está apática, pero no ciega), en la que se han puesto de moda unos videojuegos protagonizados por personas reales. 

Como los Sims, pero con gente. Hay gente que paga para controlar a otras personas y gente que es pagada por dejarse controlar. Por supuesto, el juego se ha convertido en un antro de perversión en el que la gente que controla obliga a los jugadores a hacer cosas terribles por el mero placer de que pueden hacerlo. Por otra parte, hay otro juego en marcha, Slayers, donde los controlados son condenados a muerte que deben enfrentarse a cruentas batallas, y si consiguen sobrevivir a treinta batallas serán puestos en libertad.

Adivinad en qué juego participa el amigo Gerard...

El caso es que lo mejor que se puede decir de la película es que es entretenida, sin más. Diálogos escuetos y absurdos, mucho tiro, mucha sangre y poca profundidad en el meollo científico. Sin embargo, merece la pena ver la película por una memorable escena de baile que, seamos sinceros, no viene a mucho cuento y se disfruta a pesar de lo incongruente.

Michael C. Hall, el conocido Dexter, el malote de la película, se marca una versión de I've got you under my skin a la vez que se contonea. Os prometo, de verdad, que sólo por eso merece la pena. Si, a pesar de todo no os veis con fuerzas para afrontar la película (no seré yo la que os censure por ello), podéis ver el vídeo que os pongo a continuación. Dura poco más de un minuto y sí, tiene algunos spoilers que, francamente, no le importan a nadie.




Llevo unos días obsesionada con esta escena, de verdad, os lo prometo. 

martes, 28 de enero de 2014

Semana 17: La apatía

Así, pero sin barba y con el pelo largo. Ah, y un jersey gordo.
Ah, la apatía. Ese bonito sentimiento que te ata a la cama, te encierra debajo de las mantas y te hace creer que no hacer nada es hacer algo. A esto precisamente le dedica este capítulo Francesc Miralles en La dieta espiritual, y a mí me vendría bien.

Y sí, digo me vendría porque reconozco que después de leer el capítulo me he quedado un poco igual que como estaba. 

Pero mejor vamos a empezar desde el principio. Estoy apática, doctor. Muy apática. Las causas son a la vez estúpidas y terribles. Me dejó mi novio, sin previo aviso, y a la semana ya estaba viviendo con otra. Esa es la realidad. Nada del otro mundo. Nada que no le ocurra a cientos, miles de personas a diario. 

Que sí, que ya lo sé. Que no debería estar tan triste. Que estas cosas pasan. Que ya se me quitará la pena. 

Pero la otra cara de la realidad es que, a pesar de todo, lo echo muchísimo de menos. Y me cuesta, me cuesta mucho, ya no sólo intentar entender lo que ocurrió, sobre todo me cuesta volver a la que se supone que era mi vida pero sin él. 

Esto está quedando muy melodramático, pero os prometo que no era la intención, de verdad.

El caso es que precisamente por esta apatía me obligo a hacer cosas: escribir más, leer, ver películas o series, etc. El caso es tener la mente ocupada, lo que, si os soy sincera, no es que me esté dando mucho resultado. Lo cierto es que he perdido la ilusión por muchas cosas y ahora me veo haciendo lo que se suponga que debo hacer en ese momento de manera mecánica. 

A ver, que soy muy consciente de que lo que me pasa no es nada por lo que todos hayamos pasado antes. Que no debería pensar tanto ni preocuparme por una persona cuando esa persona ni piensa ni se preocupa por mi, etc etc. La teoría me la sé muy bien, no os preocupéis. Ahora me falla la práctica. 

Y ahí sí que no sé cómo actuar. Porque ganas, lo que se dice ganas, no tengo ganas de nada. Y bueno, obligarse a hacer cosas está bien, pero tampoco veo yo un cambio muy significativo, la verdad...

¿Algún consejo? 

Para la semana que viene, el tema es la impaciencia y yo, que soy de esas personas que lo quieren todo ya ya YA, necesito leerlo bien. Los deberes son estos:

1. A no ser que dispongas de un jardín para cuidar, elige una actividad que necesite de varios días para ser completada: pintar un cuadro, escribir un cuento largo o un episodio de tu vida, incluso las tareas de bricolaje suponen una inyección de paciencia.

2. Combate la paciencia encargando en una librería de tu barrio un libro que te interese y no esté en la tienda.

3. Dedica al menos una mañana de esta semana a comprar sin prisas alimentos frescos en el mercado. 

lunes, 27 de enero de 2014

Reto de escritura para Febrero... ¿Te atreves?

Ella se ha apuntado al reto y por eso está tan feliz 
Llevo unos días pensando en esto, concretamente desde que publiqué mis propósitos para este año. Como todos los años, escribir más ocupa un lugar importante en la lista, y ya sabéis que soy de ese tipo de persona que le gusta agobiarse mogollón organizarse. De modo que se me ha ocurrido organizar un pequeño reto de escritura para este mes de Febrero. La intención es obligarme a mí misma a escribir, pero si queréis apuntaros sois más que bienvenidos.

La intención es lo que cuenta es escribir un relato a la semana. Eso es todo. Sin ningún tipo de tema o longitud obligatoria. Lo que os salga del alma. Lo que nos de la gana. Cuenta todo: relatos, fanfic, capítulos de alguna novela que estéis escribiendo, microrrelatos, etc 

En serio. Libertad total y absoluta. Recordad que lo hacéis por vosotros, no por mí. Pero tenéis que saber que me haréis muy, pero que muy feliz si aceptáis el reto. Pensad que todos ganamos, y si lo hacemos bien,. al acabar el mes tendremos cuatro relatos escritos.

Se os han acabado las excusas, amigos...

El mes del amor, ejem -_- 
Como podéis ver en el calendario, Febrero cuenta este año con cuatro viernes, y esa va a ser la fecha límite para cada relato. Es decir, el día 7 tendréis tendremos que tener listo el primer relato, el día 14 el segundo y así con los demás. No vale hacer trampas, es decir, no podéis empezar ya, tendréis que esperar a este viernes de madrugada, o al día 1 por la mañana si no sois tan impacientes como yo por enfangarte.

La verdad es que no tengo muy claro sobre qué voy a escribir, pero tengo varias ideas rondándome la cabeza. Tengo que confesaros que lo que mejor se me da son las parejitas y el romance, pero claro, escribir sobre gente que se quiere muy mucho y para toda la vida no es lo que mejor me viene ahora, si os soy sincera. 

Tendré que emplearme a fondo pero en eso consiste este reto ¿no? Y vosotros... ¿o apuntáis? No iréis a dejarme sola ¿verdad?

¿VERDAD? 

viernes, 24 de enero de 2014

Tintín llega a Madrid... ¡y yo sin un modelito adecuado!

Tintín + Escocia= AMOR
Deberíais saber que me gusta Tintín. Que me gusta mucho, de hecho. Lo quiero dejar bien claro porque hasta hace sólo unos años mencionar a Tintín en una reunión social era entrar, por voluntad propia y sin posibilidad de retorno, en un páramo de soledad incomprendida. Después, como siempre, gente molona empezó a interesarse por la criaturica, y, de manera inevitable, volvió a ponerse de moda.

No me voy a quejar, en serio.

Y no me quejo porque eso significa un revival, que hagan películas, que monten exposiciones y, (sí, también) que abran tiendas dedicadas a tan magnífico personaje. Como, por ejemplo, La estrella misteriosa, que acaba de abrir en Madrid. Otro sitio más donde dejarnos los euritos que con tanto esfuerzo ganamos. Y siento deciros que el merchandising del conocido personaje de Hergé no es precisamente el más barato del mundo...

'La estrella misteriosa' es la primera tienda oficial que abre en territorio patrio, algo que se echaba de menos. Está en Madrid, en el barrio de Salamanca, y debido a mi lamentable estado económico es casi lo mismo que si estuviera en Gante, pero no estoy aquí para hablar de mí

Sólo os digo que cuando no era pobre (hubo momentos en mi vida en los que no lo era, os lo prometo) estuve en las tiendas que tienen en Bruselas, Gante y Brujas. Puede que en alguna de las dos últimas ciudades no haya tienda y me esté equivocando, pero entendéis el concepto general de lo que os estoy diciendo. Me compré un reloj, preciooooooosooooo, que dejó de funcionar en menos de un año, y una chapa con la misma imagen que abre este post y que perdí en Berlín (creo). 

Por supuesto, no me llevo ningún tipo de comisión por estar escribiendo esto. De hecho, gente de 'La estrella misteriosa', os prometo que NO me importaría llevarme comisión de las ventas, yo sólo lo menciono... Lo que sí está claro es que en mi próxima visita a Madrid me dejaré caer por allí. Comprar no sé si compraré, pero si veis a alguien llorando delante del escaparate y con intenciones de quedarse a dormir en el portal seré yo, no tengáis la menor duda.

Vía | El Mundo

miércoles, 22 de enero de 2014

Cadena humana, así es como mueven los libros en Letonia

Y el termómetro marcaba -14, ojo... 
Mi corazón es de azúcar y mantequilla, de nata montada, de merengue bajo en azúcar. Así de blando es. Si además le sumamos que estoy más emocional (es decir, aún más) de lo normal, os podéis esperar cualquier cosa de mí. Y yo, que he siempre he sido de lágrima fácil ahora me veo llorando por cualquier cosa.

Y cuando digo cualquier cosa me refiero a cualquier cosa. 

Como, por ejemplo, la cadena humana que han hecho en Riga para mover más de dos mil libros desde su antigua sede a la nueva Biblioteca Nacional. Ahí me tenéis, viendo esta noticia y llorando a lágrima viva mientras mi parte más material se pregunta dónde habrá comprado esa chica el gorrito de panda. Esa soy yo. 

La razón de esta cadena humana de más de quince mil personas es doble. Por un lado, para celebrar que Riga es durante todo 2014 Capital Europea de la Cultura (junto a Umea, Suecia). Y por otro, supone un recuerdo a la Baltic Way, una cadena humana formada en 1989 por más de dos millones de personas en Letonia, Lituania y Estonia como protesta contra la antigua Unión Soviética.

De verdad que si no se os escapa una lagrimita con esta historia es que no tenéis corazón.

Por supuesto, estos dos mil libros es sólo una pequeña muestra de la cantidad que contendrá la nueva biblioteca, que abrirá sus puertas el próximo Agosto. El resto de libros se transportará de manera tradicional, vamos, en furgonetas de toda la vida. Este acto era, sobre todo, simbólico, una manera de demostrar que la cultura nos une, a pesar de todo lo demás.

Riga es uno de esos sitios a los que quiero ir, sí o sí. Este año sería el momento ideal, claro, pero como no creo que mi economía cambie mucho en los próximos meses vamos a dejarlo como proyecto para el futuro. Todos los letones que he conocido a lo largo del pasado año han sido geniales, y de hecho, ahora mismo llevo una pulserita con la bandera letona en mi muñeca derecha, regalo de una de las voluntarias que conocí en Sofía.

Tengo que decir, también, que además de ser muy guapos, los chicos letones (independientemente de su orientación sexual) dan los mejores abrazos del mundo. Ahí lo dejo... 

Vía | Telegraph 

martes, 21 de enero de 2014

Semana 16: Hipersensibilidad

Así es como se empieza...
Os confieso sin ninguna clase de pudor que el capítulo de hoy de La dieta espiritual de Francesc Miralles me ha costado horrores. Y es que, siendo como es un capítulo dedicado a la Hipersensibilidad no podía ser menos. En este torbellino emocional que estoy pasando ya me gustaría a mí no estar más sensible de la cuenta, pero me cuesta, me cuesta...

También tengo que admitir que como buena Mary Sue siempre he tenido la sensibilidad a flor de piel. No os hagáis una imagen equivocada porque os aseguro que no es tan bonito como lo pintan, ni mucho menos. Cuando he leído cosas como imaginarse lo peor antes de que suceda o reacciones emocionales intensas he pensado, vale, están hablando de mí y no me han pagado royalties.

Siempre he llorado mucho, por cualquier cosa, y también os confieso que las cosas me afectan más de lo que deberían, así en general. Lo disimulo bien, más o menos, casi siempre, pero ahora mismo gente, pues no. 

Una ruptura sentimental siempre es dura. Al margen de lo mucho que quieres a la otra persona, están los pequeños detalles diarios. Los libros que le gustaban, ese grupo heavy que a mí sólo me parece ruido para él le encantaba, su comida favorita. Ver su albornoz colgado, saber que nunca, nunca más te va abrazar, que no volveremos a ir juntos a ese restaurante mejicano que tanto nos gustaba.

Es duro, sí, darte cuenta de que una persona a la que querías tanto no va a estar en tu vida nunca más, que todo lo que compartía contigo ahora lo comparte con otra. 

De modo que, bueno doctor, es cierto, presento el cuadro de síntomas completo. Culpable, sí. He intentado seguir los consejos que nos daban pero, en fin, ahora mismo no soy la mejor alumna del mundo.

La semana que viene vamos a tratar el interesantísimo tema de La apatía, y creo que me va a venir bastante bien... Aquí os dejo los deberes para que nos apliquemos.

1. Ponle a tu semana una pequeña meta que te motive a luchar por ella. Por ejemplo, bajar un poco de peso, aprender 25 palabras en el idioma que estás estudiando, tocar una pieza musical, llamar a amigos a los que tienes olvidados.

2. Si te sientes apático y no tienes ninguna misión que te motive, ni grande ni pequeña, vas a tener una: buscar ese objetivo - algo que te haga sentir útil y activo- que dé sentido a la semana. tu meta será encontrar un motivo por el que levantarse de la cama. 


lunes, 20 de enero de 2014

La maldición de la genética

Sí, yo también lo siento
La verdad es que empecé a pensar en este post a primeros de Agosto. Como podéis ver por la fecha actual, no va mucho conmigo eso de darse excesiva prisa por escribir algo que se me ha ocurrido, así en general. Ya sean post para el blog, novelas o notas de recordatorio... 

El caso es que a primeros de agosto, cuando estaba viviendo en Sofía,  iba en el autobus de vuelta para casa, después de una visita a un orfanato, acompañada por mi compañera de piso y por otro voluntario. Este otro voluntario es un chico ucraniano, guapísimo, de metro noventa, ojos azul cielo, pelo rubio y sonrisa perfecta. El típico ucraniano, vaya.

Para que os hagáis una idea, yo lo llamo mi Baby Jesus (y él se deja, pero ese es otro tema). 

El caso es que ya habíamos terminado y volvíamos a casa, y con el calorcillo tan agradable que hacía (ejem) os podéis imaginar mi desastroso estado. Sudada, despeinada, me habían tirado encima (sin querer, claro) una botella de agua... ese tipo de estado. Y de estas que me da por mirar a mi amigo ucraniano y se me cae el mundo encima.

Ahí estaba él. Tan mono. Sin una gota de sudor. Con una sonrisa luminosa y todos los poros de su cara bien cerraditos y sin brillar. Ah, cruel destino. Entonces lo supe con claridad:

La genética es una zorra despiadada.

Que no, que por mucho que quiera no voy a medir 1,80, ni voy a tener una talla 32, ni voy a tener el pelo liso y manejable cual anuncio de Pantene. Esa lotería que es la genética no me ha tocado, qué le voy a hacer, y aunque siempre podría ser peor (siempre puede empeorar), esta es una de esas muchas cosas, una más, sobre las que me gusta quejarme y llorar.

Si tú también sientes que la genética te ha estafado (a ti y a tu familia), siéntete libre de quejarte. Total, es gratis...

jueves, 16 de enero de 2014

Cambio 'Expediente X' por Literatura Fantástica. Preguntar por la Agente Scully

Si es que te metes en cada lío, Scully...
Algunas veces me siento como el abuelo de Los Simpsons. Y es que cada vez que os cuento algo tengo que remontarme a hechos que sucedieron hace mucho tiempo. Reíros de Ted Mosby y sus ocho años de narraciones sobre cómo conoció a la madre de sus hijos. Te dejo en pañales, chaval.

El caso es que cuando era pequeña, tendría unos nueve o como mucho diez años, estaba bastante obsesionada con la serie Expediente X. O sea, muy mucho. No salía de casa si ponían un capítulo nuevo, estaba (muy) enamorada de Mulder y quería parecerme a Scully. Lo normal, vaya. Tengo que deciros, también, que empecé a verla desde el primer día que empezaron a pasarla en Tele 5, muuuuucho antes de que se convirtiera en una serie hiperfamosa y la viera todo Dios.

Siempre he sido una adelantada a mi tiempo.

Ah, y las otras niñas de mi colegio para señoritas se reían de mí, pero ese es otro tema.

De modo que sí, vivía y dormía y soñaba despierta por y para 'Expediente X'. Entonces no sabía lo que era el fanfic, pero os puedo asegurar que eso no me frenó en absoluto. De hecho, cuando años más tarde tuve Internet por primera vez y descubrí que no estaba loca otra gente había hecho lo mismo que yo (es decir, perder el tiempo escribiendo historias con personajes que no eran tuyos) casi me echo a llorar. O puede que llorara realmente, no lo sé, tengo recuerdos confusos.

Todo esto no os lo cuento porque sí, no os vayáis a creer. Ayer mismo The guardian nos informaba que la actriz Gillian Anderson, la que para muchos siempre será la Agente Scully, cambia (al menos de momento), el cine por los libros y va a publicar una serie de libros de ciencia ficción titulados EarthEnd Saga. Su protagonista es una psiquiatra especializada en niños con traumas tras desastres naturales que tendrá que enfrentarse al fin del mundo y todas esas cosas que suelen ocurrirles a los protagonistas de estos libros.

A ver si pillo alguna idea buena...
Según sus propias declaraciones, el hecho de haber estado tantos años rodeada por un universo tan especial como es el de 'Expediente X' le ha hecho adquirir mucha imaginación y un conocimiento sobre los engranajes y el ritmo que conllevan este tipo de historias. Ojo, no es traducción literal, yo sólo os resumo lo que más o menos quiere decir, así a grandes rasgos.

Pero ah, no os creáis, que la cosa tiene truco. Y es que Anderson es sólo una de las autoras, ya que los libros están escritos a cuatro manos junto al autor Jeff Rovin. A ver, que no soy yo la que niegue que Anderson ha puesto de su parte en estos libros, ni mucho menos, pero este tipo de colaboraciones me dejan un poco mosca, no sé si me entendéis...

El primer título de la saga se titula A Vision of Fire y será publicado en inglés el próximo Octubre. La editorial elegida es Simon & Schuster, en una nueva colección titulada Simon451, que se especializará en libros electrónicos y noveles, todos de ciencia ficción o género fantástico, claro. Si sois muy fans ya sabéis qué fecha apuntar en la agenda.

Este tipo de noticias siempre me dejan pensando que soy una mala persona y que pienso muy mal de todo el mundo, pero no puedo evitarlo. Probablemente nadie estaría hablando de esta nueva saga de libros si no fuera por Gillian Anderson (con todos mis respetos, Jeff Rovin, de verdad que no quería ofender). No digo que el libro no merezca la pena ni nada de eso, es sólo que me huele a un intento de hacer caja a costa de los millones de mitómanos que hay por ahí sueltos.

En cualquier caso, la verdad está ahí fuera, pequeños míos, y el tiempo nos dirá en qué acaba todo. 

miércoles, 15 de enero de 2014

Buenos propósitos de año nuevo. Versión 2014

Eso era lo que yo creía, pero va a ser que no...
Creo que ha llegado el momento. Llevamos quince días de este año nuevo y yo ya me quiero bajar. Seguid vosotros, que ya recogeréis mi cadáver cuando paséis por aquí. Y es que todavía me río pensando que creía que era IMPOSIBLE que el 2014 empezara peor de lo que había terminado el 2013.

Ah, nunca subestiméis a vuestra vida. Esa zorra os tiene preparadas muchas sorpresas, y casi todas desagradables.

El caso es que, a pesar de todo, y más por estar entretenida, ayudarme a focalizar y todo ese rollo, vuelvo a tener propósitos de año nuevo. Oh, sí. Por segunda vez en mi vida y de manera consecutiva. Estoy que lo parto tó y no pago ná. Cinco propósitos, dos nuevos y tres no tan nuevos. Confieso que los dos nuevos no me terminan de convencer, de modo que si tenéis alguna otra idea soy toda oídos...


Inglés

Ah, qué clásico. Creo que esto está en la lista de todos aquellos que hacen una lista parecida en España. Con nuestro complejo de hablar inglés a nuestra manera se nos reconoce desde lejos. También porque hablamos a gritos, pero ese es otro tema. En mi propósito concreto está no sólo estudiar gramática, si no (y aquí es cuando la cosa se pone interesante) conseguir algún título que acredite mi nivel de inglés. Que sí, que he pasado medio año en Bulgaria y me he entendido con todo el mundo, pero la realidad es que no tengo un sólo título. Y ya sabemos que aquí sin un papelito no vas a ningún sitio... Me interesaría el de la EOI pero teniendo en cuenta que conseguir plaza en mi ciudad es más difícil que te toque la lotería pues ya iremos viendo...


Mantener el blog

Este también estaba el año pasado, pero para este 2014 quiero que sea más y mejor. En vista de mi precaria situación económica y dado que tengo muuuuuucho tiempo libre, he decidido centrarme más en el blog. Por ahora no lo llevo nada mal, y espero poder mantener un ritmo de al menos tres posts a la semana. Si hay alguno más, pues mejor...


Escribir

Con escribir me refiero, obviamente no a artículos para el blog, más bien relatos o jajajaesperaquemeparto novelas. Mi inspiración ahora mismo está lejos, muy lejos, y espero que al menos se lo esté pasando de muerte y me lo cuente cuando vuelva. Como ya os dije, el año pasado no fue del todo mal, y aunque hubiera querido terminar al menos Tres Tierras Tristes, la verdad es que no puedo quejarme. Me gustaría que 2014 fuera el año en el que me publicaran algo, aunque fuera un triste cuento en una revista de una asociación de vecinos, pero como eso no depende de mí, vamos a dejarlo en terminar al menos alguno de los proyectos que tengo en mente. Y con terminarlo me refiero a terminarlo DEL TODO, revisión incluida. 

En cualquier caso, tengo algunas cosillas pensadas con respecto a este punto. Permaneced atentos ;)


Aprender a meditar

Lo sé. Suena como muy new age, pero tiene su explicación. Llevo más de dos meses con los nervios destrozados y como parece que ser la reina de la tragedia no afecta de manera positiva a calmarme, estoy abierta a otras posibilidades. Como las posibilidades que incluyen alcohol o fármacos no me interesan (al menos por ahora, en un par de meses lo hablamos), mucha gente me ha recomendado la meditación. Y entendemos meditación como sentarte o estirarte en un sitio cómodo y pasar unos cinco o diez minutos concentrada en tu propia respiración, ni más ni menos.

Como os digo, olvidaros del rollito zen y de las cabecitas rapadas de los monjes budistas. Me lo ha recomendado gente muy alejada de ese rollo, y dicen que funciona, de modo que no pierdo nada por probar. Total, es gratis... Si tenéis alguna sugerencia en este aspecto, será más que bien recibida.


Pasear más

Creo que ya sabéis que el ejercicio físico no es para mí. De verdad que no. Os confieso que me gustaría retomar las clases de pilates pero la cruda realidad es que, en este momento, no me lo puedo permitir, de modo que más me vale ir olvidándome. A falta de las clases de Pilates podría hacer ejercicio en casa o salir a correr, que es gratis, pero es que de pensarlo solo ya me vienen ganas de meterme debajo de la manta y llorar sin consuelo. 

A pesar de todo, sé, con dolorosa convicción, que moverse, aunque sea un poco, es bueno para la salud y todo ese rollo, así que me he propuesto salir a pasear aunque sea un día a la semana. Vivo en un sitio bonito, al lado de la playa y con varios caminos semirurales, así que la única excusa que tengo es mi pereza...

-------

Y eso todo para este año. En realidad, mi único propósito en general es ser una buena persona (aunque hasta ahora no me ha servido de mucho) y, sobre todo, conseguir tranquilidad. Con eso yo me daría por satisfecha. Pero, por si acaso y mientras tanto, más me vale focalizar mi atención en cosas concretas.

¿Habéis hacho algún tipo de propósito para este año? ¿Pensáis cumplirlos (más o menos) o sabéis desde ya que es una empresa inútil? 

martes, 14 de enero de 2014

Semana 15: Dispersión

Concéntrate

Continuamos, una semana más, con nuestra particular dieta, La dieta espiritual de Francesc Miralles. Hoy le toca el turno a la dispersión, un mal muy de nuestro tiempo y que, desde mi punto de vista, entronca directamente con la procrastinación

No sé si a vosotros os ocurre, pero yo noto como cada vez me cuesta más concentrarme. No os confundáis, siempre he sido muy de soñar despierta, de pasarme horas (y más horas) imaginando vidas paralelas que, si no eran perfectas, al menos eran más satisfactorias. Sin embargo, eso ha ido a peor, y ahora eso de estar una hora entera estudiando o leyendo, sin mirar el mail o atender a algún mensaje de móvil se ha convertido en tarea imposible.

Y sí, lo sé, a ti te pasa lo mismo. 

El problema real no es que estemos mirando a las musarañas y pensando en fanfic otras cosas. El problema es que tenemos acceso a millones y millones de nuevas maneras de perder el tiempo. ¡Culpemos a Internet! Tenemos acceso a millones de sitios de Internet, a miles de tweets, a cientos de actualizaciones de Facebook de nuestros amigos. Y claro, esa sobrecarga de información hace que nos cueste más concentrarnos.

No te preocupes, de verdad. No llores. A todos nos ha pasado alguna vez. 

A mí me ha pasado hace dos minutos, sin ir más lejos.

Es cierto que no estoy en mi mejor momento, y la concentración en este instante brilla por su ausencia en mi vida. Curiosamente, al ser un problema emocional-sentimental, he vuelto a mis musarañas. Nada de Twitter, Facebook, o A ver si veo alguna foto nueva de Rory McCann. En este caso, me temo que el problema está en mi mente, y sí, es un problema gordo.

Para el problema de la dispersión, este capítulo nos propone el Mindfulness, también conocido como atención plena. El mindfulness es todo lo contrario a soñar despiertos. Y es difícil, oigan. Yo no sé la vuestra, pero mi mente no para. No digo que esté pensando en cómo refutar hipótesis sobre geometría no euclidiana. Ni mucho menos. Pero cuando me pongo a fregar los platos, a quitar el polvo o a prepararme un batido mi mente suele estar vagando por ahí.

A veces, mi mente vaga incluso cuando estoy escribiendo, o viendo una película, o haciendo uno de esos millones de cursos gratuitos que hay por Internet. No suelen ser cosas importantes, bueno, ahora mismo sí, pero ya os digo que es un momento muy delicado. 

El mindfulness, por el contrario, nos propone dedicar toda nuestra atención a lo que estemos haciendo en este momento. Escribir un post, fregar el suelo, ver una capítulo de una serie... Concentrarnos en lo que estemos haciendo en ese momento y no divagar más de lo necesario. No sé a vosotros, pero a mí me resulta muy difícil... 

Dejando de lado  los supuestos beneficios para el cerebro (?), la principal ventaja que le veo al mindfulness es que tardas (o al menos deberías) mucho menos tiempo en hacer las cosas que debes hacer y así te queda mucho más tiempo para lo que de verdad quieres hacer. Si tengo que escribir un post y paro cada cinco minutos para buscar fotos de buenorros información no relacionada, es evidente que voy a tardar más en terminarlo. En vez de, no sé, pongamos media hora, voy a tardar una hora entera. Es decir, en el mismo tiempo podría escribir dos artículos. O escribir uno y pasar la siguiente media hora haciendo algo que también tenga que hacer, como contestar mails. 

O para lo que vosotros queráis, vaya. 

Concentrarse en lo que estamos haciendo en un momento concreto tiene sus ventajas, no voy a ser yo quién lo niegue. Y sí, mucho mejor tener Facebook, Twitter, Gmail y todo lo demás cerrado mientras estamos trabajando. Ojo. Lo mismo digo para cuando estamos contestando mails y a la vez estamos mirando las estadísticas del blog...

El caso es que me esfuerzo. Aunque no lo parezca, aunque os de la sensación totalmente contraria, me estoy esforzando muchísimo en centrarme y no estar tan dispersa. Así, me obligo a escribir, a leer, a estudiar, a ver películas, series o lo que sea, y todo por no estar dándole vueltas en la cabeza a un tema que, por desgracia, está demasiado presente en mi mente como para poder olvidarme totalmente de él.  

Para la semana que viene nos toca la hipersensibilidad, o lo que es lo mismo, un capítulo enterito dedicado a la susceptibilidad. Y es que a veces nos sentimos mal por las cosas más tontas... Los deberes para la siguiente semana son los siguientes:

1. La misión de esta semana es no ofenderte por la actitud de nadie a no ser que se destape un conflicto de importancia.

2. Dejarás de interpretar lo que los demás creen que opinan de ti para prestar atención sólo a los hechos relevantes: palabras y hechos.

3. Evita en lo posible a aquellas personas que tienen la habilidad de sacarte de tus casillas. 

Y vosotros... ¿Cómo lo hacéis para evitar estar tan dispersos? ¿Cómo conseguís focalizar? 

lunes, 13 de enero de 2014

El secreto para escribir un best seller ¡Ahora con más fórmulas!

Está calculando las probabilidades de éxito de tu novela
No es que este tipo de noticias sean una novedad. Ni mucho menos. Es raro el día que no encontramos artículos prometiendo enseñarte todos los secretos para conseguir aquello que deseas, algunos más fiables que otros. Desde cómo preparar una paella perfecta o cómo ser el más ligón de tu clase de 2º de ESO. Por supuesto, la literatura no se queda atrás y no es raro encontrar de vez en cuando artículos que te ofrecen la fórmula casi exacta para escribir una novela de éxito.

No, este no es uno de esos artículos.

La noticia viene porque unos científicos de la Universidad Stony Brook de Nueva York (no... yo tampoco la había oído en mi vida) han dado con un algoritmo que permitiría en un 84% predecir un éxito literario. Toma ya. El método utilizado se llama estilometría estadística, y analiza con métodos matemáticos el uso de las palabras y la gramática.

Sí, yo me he quedado igual.

El artículo salió el pasado jueves en el Daily Telegraph y aquí estamos todos como locos contando palabras e intentando convertirnos en el nuevo Dan Brown o Stephenie Meyer, porque sí, todos queremos escribir obras maestras, pero lo de recibir millones en tu cuenta bancaria todos los meses tampoco está tan mal. ¿Cómo conseguirlo? Los lumbreras estos nos dan una serie de pautas.

Nos dicen (y os aseguro que no se sonrojan lo más mínimo al hacerlo) que son factores como el interés, la novedad, cuánto enganche la historia o el estilo de escritura lo que determina su éxito. Y digo yo que para decirme eso no me hacen falta las matemáticas.

De hecho, no me hacen falta para nada, vivo muy bien sin ellas, gracias.

Como han analizado unas ochocientas obras, desde grandes éxitos de la literatura hasta los bajos fondos de Amazon, se supone que algo en claro habrán sacado sobre lo que NO hay que hacer. Si nos fijamos sólo en factores léxicos nos dicen que las obras que menos éxito han tenido suelen utilizar más verbos y adverbios que los best sellers. Esto no es nuevo, todos conocemos las sabias palabras de Stephen King:

El camino al infierno está pavimentado con adverbios.

Y a él no parece haberle ido nada mal... En cualquier caso, los propios científicos aseguran que hay un margen de error para eso que llamamos suerte y que a veces nos da una buena sorpresa (y a los editores también, claro). Me imagino que para obtener todos los datos y ahondar en el tema tendríamos que leer el informe completo, y luego comenzar a seguir los consejos al pie de la letra, y nunca mejor dicho.

O no. Podríamos pasar olímpicamente de este tipo de artículos y seguir escribiendo como nos salga del alma, porque, total, eso de las reglas nunca ha ido con nosotros, y nos gusta mucho, muchísimo más ir a la aventura, y pelearnos luego con agentes y editoriales que se atreven a decirnos que nuestros libros no son lo suficientemente buenos para ellos, y acabar llorando en el sofá agarrados a una almohada.

Es que somos gente muy valiente. 

viernes, 10 de enero de 2014

Murakami Festival ¿Es la literatura el nuevo rock?

Psicodelia Rock Cool Author

Veía hace unos días, en ese patio de vecinas mañanero que es Twitter, que mañana sábado 11 de Enero se celebra en Ámsterdam el Murakami Festival, y la verdad es que me he quedado un poco descolocada. Y mirad que últimamente me están dando cada noticia que es hasta complicado sorprenderme. Pues bueno, lo han conseguido, qué se le va a hacer.

Y es que, sinceramente, con ese título, esperaba algo más. El Murakami Festival es y no es a la vez una oda de amor al escritor japonés. Es, sobre todo, una fiesta para reunir a todos sus devotos lectores alrededor de la publicación de su último libro, Los años de peregrinación del chico sin color. En España se puso a la venta el pasado Octubre, pero es justo ahora cuando se publica en Holanda.

¡Soy superfamoso!
El Murakami Festival es, ni más ni menos, que un gigantesco club de lectura dedicado a su último libro. Digo ni más ni menos porque con ese título grandilocuente uno esperaría, ya no sólo la presencia del autor, también, no sé, alguna que otra charla, o conferencia o algo más que gente leyendo un libro que va a salir a la venta al día siguiente.

No me malinterpretéis. No tengo nada en contra de los clubs de lectura. Muy al contrario, creo que es genial poder compartir tus opiniones con otros lectores, pero en fin, es sólo que me esperaba algo más de un evento que se publicita casi como un acto de amor desesperado por un autor concreto.

Lo que me lleva al segundo punto de mi pensamiento, por lo natural vago y difuso. Veo cada vez más este tipo de eventos y/o celebraciones alrededor de autores que son auténticos ídolos de masas. Creo que Neil Gaiman es el paradigma del autor que se comporta como una estrella de rock. Se prodiga en actos públicos (de pago, por supuesto) y no pestañea en vender su imagen al más puro estilo Mario Vaquerizo.

Soy tan famoso que hasta salgo en Los Simpsons

Ojo, me encanta Neil Gaiman como escritor. Lo de su faceta pública ya es otro tema, pero si la gente paga y le hace ilusión no voy a ser yo la que lo critique. No hace nada malo, al fin y al cabo. Todos somos libres y bla bla bla...

El caso es que veo que cada vez más escritores cruzan ese tenue frontera que hay entre la sana autopromoción y status casi místico de estrella literaria. No me parece mal. Creo. De hecho, creo que me resulta hasta gracioso, pero a la vez también me resulta extraño. No sé si es que yo estoy tan metida en el mundillo que no me doy cuenta de muchas cosas pero... ¿realmente se han convertido los autores en las nuevas estrellas del rock? ¿o es algo puntual y que, en realidad, a nadie más que  a cuatro frikis le importa?

Tengo serias dudas, la verdad.

miércoles, 8 de enero de 2014

Por un 2014 muy literario... ¡Calendarios para escritores de Literautas!

Tu calendario IMPRESCINDIBLE para este año

Tenemos un año nuevo por delante. Limpito, a estrenar. Va a sonar a perogrullada, pero un año tiene muchos días, y ocurren muchas, muchas cosas. Algunas nos ponen una sonrisa en la cara y otras nos dejan hundidos en la miseria emocional. En mi caso, 2013 podía haber si un muy buen año, pero en los dos últimos meses la cosa se torció de una manera espantosa.

No os doy la brasa porque sí, no os creáis. Todo este rollo va para deciros que hay cosas que puedes controlar y cosas que no. Y aunque os parezca, again, una perogrullada, es algo que con mi alma de Reina del Drama  me ha costado entender. Como hay cosas que me hacen infeliz pero no puedo controlar, estoy poniendo todo mi esfuerzo en las cosas que SÍ puedo controlar y además me hacen feliz.

Escribir es una de ellas. Para el blog, relatos cortos, novelas interminables o fanfic absurdo. Me gusta escribir, y aspiro a escribir más y mejor cada día. Y para ello os traigo un regalito que no, no lo he hecho yo, si no los geniales amigos de Literautas: Calendarios para un 2014 lleno de literatura. 

Estos calendarios para escritores son de esas cosas que no te esperas y te alegran el día. Son totalmente GRATIS y nos ayudan no sólo a saber el día en el que vivimos (muy útil en mi caso, que vivo apenas sin referencias externas), también a organizarte mejor a la hora de escribir. Y eso, gente, NUNCA está de más.

Tienen disponibles dos modelos diferentes, un calendario de pared y otro de mesa, que podéis descargaros en su versión con o sin las fechas de su taller literario gratuito (muy recomendable también), con un diseño limpio y con citas sobre el arte de escribir. Además, este año tienen un Planificador mensual que me vuelve loca, pero loca de verdad, en el que podremos apuntar nuestros objetivos semanales y ver si nos portamos bien o merecemos algún que otro castigo...

En resumen, unos calendarios realmente molones y lo mejor de todo, muy útiles, y además gratis. Mejor imposible. Estoy segurísima de que me van a resultar de gran ayuda en este año que empezamos. Un año que, al margen de todo lo demás, espero que esté lleno de mucha y muy buena literatura.

¡Gracias, chicos! 

martes, 7 de enero de 2014

Semana 14: El Miedo

Esto sí que da MIEDO
Vuelta a casa. No, no acabo de volver, eso fue hace poco más de un mes. Sin embargo, con todo el lío de las fiestas por medio, es ahora cuando empiezo a ponerme al día con mis asuntos pendientes. Y uno de estos asuntos muy pendientes es, sin ninguna duda, continuar con el repaso semanal a La dieta espiritual de Francesc Miralles. Más de ocho meses han pasado desde el último capítulo, pero nunca es tarde para retomarlo donde lo dejamos.

Y lo dejamos, precisamente, en el polémico tema del Miedo.

Tengo que confesaros que soy una persona miedosa. No a las cosas físicas, lo mío es más mental que otra cosa. No me dan miedo los animales, ni las enfermedades. No me da miedo la muerte, aunque sí me asusta el dolor físico, pero no es algo en lo que piense muy a menudo. Me gustan las historias de terror, y puedo dormir sola en casas en medio de la nada sin que se me altere el pulso.

No, bizcochitos míos, lo mío es más complicado. Y, a la vez, tremendamente común. A mí me da miedo lo desconocido, las situaciones en las que toda  tu vida, tal y como la conocías hasta ese momento, tal y como esperabas que continuara, da un vuelco.

De repente tienes que enfrentarte a un montón de cosas, de pequeñas situaciones que creías que tenías controladas pero que al final resulta que no lo están tanto. Me da miedo el futuro, esa es la verdad, a no encontrar un trabajo, a no estar con la persona que quiero, a no poder hacer mucho (o en algunos casos nada) por conseguir lo que de verdad quiero.

Porque, amigos, la mayoría de las veces el miedo va a unido a la pérdida. A perder el trabajo, a perder a la pareja, a perder tu casa, la forma de vida a la que estás acostumbrado... Digan lo que digan es difícil enfrentarse a esos miedos, aunque la mayoría de las veces hay que hacerlo.

Hay que distinguir, son embargo, entre el miedo que sentimos cuando nos anticipamos a algo y el miedo que sentimos cuando lo peor que nos temíamos ha ocurrido. Ejemplo práctico: tengo miedo de perder mi trabajo, porque en mi empresa ya han despedido a varias personas y puedo ser la siguiente VS me acaban de despedir de mi trabajo y no tengo ni idea de cómo lo voy a hacer para pagar la hipoteca.  El primero podemos intentar evitarlo y no pensar demasiado en ello; el segundo... bueno, creo que es bastante natural, aunque estoy de acuerdo en que no lleva a nada.

Mi situación personal es ahora mismo muy distinta a la que era hace tres meses, por varios motivos, y, sinceramente, tengo miedo. Bien es cierto que, para lo que realmente me preocupa no puedo hacer nada, porque no depende de mí, pero aún así no puedo evitarlo. Sí, lo sé, es estúpido y muy absurdo preocuparme por algo si no puedo hacer nada para solucionarlo, pero qué queréis que os diga, yo soy así... 

Os puedo asegurar que hago un esfuerzo consciente por no tener tanto miedo, especialmente a cosas que yo no puedo cambiar. Respiro hondo, leo libros, escribo, veo series o películas y, en general, intento desplazar de mi mente la preocupación. La mayor parte del tiempo lo consigo, pero hay veces que fracaso estrepitosamente... ¿algún consejo?

Como siempre, tenemos deberes para la semana que viene, no os creáis que por ser el primer día de la vuelta al cole os ibais a librar. El tema de la semana que viene es muy, pero que muy interesante: La dispersión.

1. A partir de hoy mismo, establecerás unos horarios de desconexión de teléfono, mensajes, correos electrónicos y redes sociales. Como muy tarde, una hora después de haber llegado a casa debes apagar estos aparatos que reclaman tu atención, y no los conectarás hasta la mañana siguiente.

2. Evita por encima de todo llevarte a la cama el smartphone, la tablet o el ordenador portátil.

3. Mientras trabajes, mantén apagado Facebook, Twitter y cualquier otra red social que distraiga tu atención, a no ser que forme parte de tu tarea. No atiendas tampoco a los mensajes de WhatsApp.

4. Para responder cualquier mensaje personal, reserva dos momentos al día (por ejemplo, a la hora del desayuno y al llegar a casa) y evita estar alerta el resto del tiempo. 

Y vosotros... ¿a qué le tenéis miedo? 

viernes, 3 de enero de 2014

Mi carta a los Reyes Magos 2013

He sido buena, pero no TANTO

Sé que voy un poco justa, y que esto lo debería haber publicado hace, como mínimo, un par de semanas, para que os diera tiempo a prepararos y tal. Como no lo he hecho, y ya sabéis como soy y me queréis igualmente, vais a tener que daros prisa...

Y así, sin más, procedo con mi lista de regalos que me gustaría encontrarme a los pies de la cama la mañana del día 6. La mayoría son absurdos y/o inútiles, pero no es algo que a estas alturas os sorprenda...


Paleta de ojos The Essentials de Clarins.

La necesito. Bueno, no, en realidad no la necesito, pero esta paleta de sombra de ojos me tiene loca desde que la vi. Que en realidad ya tengo esos colores (o muy parecidos) y tengo dos cajones que literalmente no puedo cerrar por la cantidad de juguetitos que acumulo pero NO IMPORTA. Es tan bonita... Además, los ingredientes son naturales y con su venta se favorece la reforestación en Brasil. 

No lo hagáis por mí, hacedlo por los pobre arbolitos... 

Kidle Fire HD 7" 

Esto sí que no lo necesito. O sea, no de no, pero reconozco que babeo un poco cada vez que lo veo. Ya tengo un iPad, un netbook, un portatil que funciona cuando quiere, y un e-Reader Kindle, de modo que necesario, lo que se dice necesario... pues no. También os digo que me ha sorprendido al mirar el precio buscando el link, porque hace cosa de un mes y algo estaba a 99 euros, aunque puede que fuera la generación anterior, ya no os lo puedo asegurar...

Móvil

Por desgracia, esto sí que lo necesito. El mío, un Galaxy mini, ha pasado de tener sus malos días a ser francamente insoportable. Va tirando, más o menos, pero en breve va a ser reemplazado y él lo sabe... Por pedir, podéis regalarme el iPhone rosa, que es una monada y ¡es rosa! Eso sí, el precio es bastante prohibitivo...

The Literary Gift Company

Cualquier cosa de esta tienda. Y cuando digo cualquier cosa es, literalmente, que podéis comprar lo que sea que me va a gustar seguro... 

Especial de Navidad de Sephora

Ah, aquí tenemos un problema... Sephora saca cada año una edición especial de sus geles para Navidad, y resulta que las tengo todas, o casi... ¿El problema? Que era mi ex quien me lo regalaba y era ya una especie de tradición. En fin, qué se le va a hacer, son malas fechas...

Zapatos 'Claremont' de Sebago

Tampoco son una necesidad pero os digo, sin ningún tipo de duda, que los amo y adoro. No pueden ser más bonitos... Me vienen bien en cualquier color, pero me gustan especialmente los Cinnamon ;)

Trapitos de Modcloth

No sé si la conocéis, pero esta página tiene la colección de trapitos más bonita que he visto en mucho tiempo, además de un montón de chorradas cuquis de esas de las que te enamoras en la tienda y luego acaban cogiendo polvo en el escritorio. ¿Una pista? Prefiero vestidos a tops y faldas. De nada. 

Libros & Té

Creo que no hay mucho más que añadir... ¿verdad?

Fanfic

Porque me queréis mucho pero no tenéis dinero. No importa. El fanfic puede solucionarte el apuro. Cualquier cosa con Severus Snape, Sandor Clegane y (sigh) Tig Trager me vale. Si son con sus respectivas marysues, tendréis puntos extra de amor. 


Y ya está. Os prometo que he sido buena, muy muy buena...